El discurso nacionalista: la línea dominante...

Los agentes políticos y sociales nacionalistas no hablan en nombre propio, sino en nombre del Pueblo Vasco (Euskal Herria), porque dicen que son los elegidos que conforman el Pueblo de verdad y que son los depositarios de sus esencias, definidas previamente.
Como son los elegidos que conforman el Pueblo de verdad, se afanan en buscar diferencias con todo lo exterior y, a la vez, en difuminar las diferencias culturales internas para alcanzar una sola identidad posible y para siempre.
Dicen que la identidad del Pueblo Vasco, al ser única, inmutable e uniforme, es incompatible con otras identidades; sólo hay una ideología posible : la nacionalista, y, por tanto, sólo dos sentimientos excluyentes entre sí : el vasco y el español. Para ello cultivan el odio ideológico, para crearse enemigos, haciéndolos irreconciliables, y así poderlos exterminar incluso físicamente.
Como son la voz de un Pueblo dotado de una "voluntad de ser" son los únicos intérpretes de lo que quiere el Pueblo, y con ello niegan la calidad de vasco auténtico al que se resiste a ser nacionalista, el cual incluso es tildado de antivasco, y de enemigo del Pueblo. Dicen que lo que exige el Pueblo es el deber (moral-emocional) de adhesión a la nación vasca (ser abertzale).
También dicen que el Pueblo exige ese deber de adhesión, porque es poseedor de derechos naturales, históricos e irrenunciables, y si no se quiere cumplir dicho deber de adhesión, dicen que están en perfecto derecho para usar la imposición, la amenaza, la violación de los Derechos Humanos, y el asesinato contra los rebeldes, los tibios y los que se dejan engañar y manipular. Usan la violencia porque se les obliga a ello, ya que se le niega al Pueblo vasco decidir, y la culpa de la violencia es de los que no quieren cumplir por las buenas los deberes del Pueblo (la culpa es de las víctimas) ya que (los asesinos) se dedican a la purificadora labor de librar al Pueblo de sus enemigos y de hacer cumplir sus designios. 
Repiten que el destino de la historia del Pueblo Vasco es inexorablemente la independencia y no comprenden que muchos otros vascos no lo estimen así, a pesar de que lo repiten hasta la saciedad, y lo explican diciendo que son una pobre gente engañada y manipulada por los de fuera (la prensa española). Además como están legitimados por el origen y la historia, su misión histórica es superior, y por ello se empeñan en decir que esos otros tienen menos derechos, que no pueden acceder a determinados cargos, y que su voto no es cualitativo, sino simplemente cuantitativo. 
UdalbiltzaComo para poder cumplir los deberes que impone el Pueblo chocan con las limitaciones que establecen las reglas de la democracia, dicen que los derechos del Pueblo son anteriores (históricos) a la democracia, y que, por ser irrenunciables, los derechos y libertades de cada persona individual no pueden limitarlos. 
También se vanaglorian de que todavía no han aceptado las reglas de la democracia (la Constitución) porque es extranjera, y mientras unos siguen luchando contra ella, otros la soportan como una imposición, y por ello descalifican el marco democrático (Constitución y Estatuto) tratando de deslegitimar la convivencia democrática.
Aunque, por otro lado, tratan de legitimarse por el origen, la historia y el victimismo, es decir bien diciendo que siempre han estado aquí (desde Cromagnón) y son los originarios, bien porque el Pueblo Vasco tenía una identidad que los inmigrantes, enviados por los enemigos, han difuminado o quitado, y por tanto se le tiene que reconocer la situación anterior, o bien porque además, el Pueblo siempre ha sido perseguido y le ha sido negado lo "suyo", y por eso tiene derecho a recuperar lo perdido.
Como, a pesar de todo, esto todavía seguimos en democracia, dicen que quieren restringir la democracia sólo para los nacionalistas, sólo para los miembros del Pueblo (Euskal demokrazia), porque la única salida posible (la construcción nacional) es que todos abracen el nacionalismo, y si no se está por la labor, la violencia sirve para domesticar a los díscolos que desoyen los deberes y el destino del Pueblo. Como el destino del Pueblo es que en Euskadi en su estado natural y puro no debería haber más que nacionalistas (Udalbiltza), es por lo que rechazan un proyecto de convivencia común para nacionalistas y no nacionalistas (Constitución y Estatuto).
El que todo esté ordenado por el mandato de la historia significa que el nacionalismo no necesita contrastarse con otras ideas, y se creen legitimados para negar la libertad de expresarse a los que no piensan como ellos, sometiéndoles a una constante presión, fabricando conflictos y excluyéndolos de todos los ámbitos sociales. Asimismo, no pueden reconocer errores, y si algo sale mal, ello es producto de campañas diseñadas y orquestadas por siniestros poderes ocultos (Cesid).

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